lunes, 4 de febrero de 2008

OPOSICIÓN EN DESBANDADA.

Todos los oráculos políticos predicen lo mismo: la victoria del PRD en las elecciones de 2009. Y cuidado que de manera aplastante. Lo triste del caso es que la victoria no sería porque sean los mejores, sino porque son los "menos malos". He allí lo triste de la política panameña.
Mientras, la oposición política luce desunida y enfrascada en peleas suicidas de las cuales calculamos saldrán al menos tres candidaturas presidenciales, cada una de ellas sin ninguna posibilidad de ganarle al PRD de manera individual.
Definitivamente que será interesante ver si un político que ya lleva más de cinco años de campaña como Martinelli le cederá el puesto a un hipotético Alberto Vallarino, mismo que al perder las elecciones de 1999 abandonó a todos aquellos que lo apoyamos con nuestros votos y se dedicó a administrar su peculio. ¿No les recuerda ello el mismo caso del candidato Rubén Blades y su Papa Egoró?
Dudo mucho que Martinelli se haga a un lado para darle paso a personajes como ese, cuando lleva años de estar puliendo su ruda imagen de empresario de mano dura y rancio abolengo repartiendo becas a diestra y siniestra; opinando sobre todos los temasnacionales ; y "caminando en los zapatos del pueblo". En nuestra opinión es una tarea hercúlea, pero que ya le está redituando simpatías políticas.
Por otra parte, hay que aceptar que a pesar de la vapuleada recibida en las últimas elecciones, el panameñismo aparenta seguir siendo el partido con mayor peso político en la oposición, ya que los demás siguen siendo satélites del mismo y cada uno con su propia guerra civil interna.
Ni el señor Varela, ni el señor Vallarino y menos el señor Ameglio tienen el mérito o el carisma para encabezar una oposición en desbandada y desorganizada como buque insignia para hundir el terrible poderío PRD, basado en las campañas publicitarias millonarias; y en un boom económico que han sabido manejar en su beneficio, pero que al pueblo y a la clase media solo ha traído una inflación nunca antes vista; inseguridad ciudadana; y una canasta básica fuera de su alcance. Y ni hablar de una falta de valentía a la hora de tomar decisiones trascendentales para la patria, poniendo como ejemplo emblemático el inepto manejo de la crisis del transporte público.
En realidad si hay algo que distingue a los gobiernos PRD es que se dedican a vapulear a la clase media. Para prueba un botón: privatizaciones, alza de impuestos, encarecimiento de documentos y trámites públicos, cambios en la ley del Seguro Social, desprotección del consumidor, etc. En otras palabras el capitalismo más salvaje de parte del partido que dice aplicar los principios torrijistas.
Si este hipotético futuro nos alcanza, el PRD disfrutará de cinco años más en "la papa". Dios nos agarre confesados. El autor YOHEL AMAT es analista programador, originalmente publicado por La Prensa el 3 de febrero de 2008.

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