martes, 5 de febrero de 2008

LOS PRESIDENCIABLES: ¡VEINTE MESES!

Resuelve problemas a su máxima simplicidad, solo que no es irlandés, es de ascendencia italiana. Veinte años en una curul legislativa por la voluntad popular se traducen en experiencia, es un líder forjado, político porque en Panamá no hay otra forma de ejercer liderazgo público sino es a través de la política. El camino no le ha sido fácil, por mezquindades y necedades más de propios que de extraños. Precisamente esas luchas y vicisitudes lo caracterizan como un político honesto, no se puede decir eso de muchos otros. Es de los pocos políticos creíbles, siempre ha mantenido los mismos principios y disfruta de un sólido núcleo familiar y prestigio personal. A Marco Ameglio Samudio lo conozco como un adalid de las luchas civilistas que se ha ganado el respeto de todos incluyendo sus adversarios políticos, ya que desde muy joven sostiene un criterio vertical, de allí el slogan “va de frente”. Digno de admiración también son sus ejecutorias en el sector privado, transformando en poco tiempo una empresa familiar en un gran emporio industrial, arriesgando capital e inversiones en una época en que muy por el contrario, muchos vendieron y desmantelaron la industria nacional, esto nos demuestra que el tipo se atreve y cree en el progreso de su país, confiando en la capacidad de su gente.

En mi análisis de los presidenciables, Ameglio se perfila como el salvador de una clase media vapuleada gobierno tras gobierno, es aquí donde creo reside la fortaleza de su campaña: la clase media necesita a gritos un héroe y un movimiento ciudadano que pelee por ella y la represente. Su propuesta a algunos les ha parecido un chiste, por el momento es la única propuesta seria, coherente y digna de considerarse, tómese el tiempo para leerla y reflexionar en ella. Los altos costos del petróleo, luz eléctrica, transporte, seguridad y deuda publica, generación de empleos, juventud, medio ambiente, seguridad alimentaria y otros, resaltan en el documento, comprometiéndose a resolverlos en ¡veinte meses!, y que transformara al país con equidad, justicia verdadera y social, con una democracia representativa y eficiente. ¿Es posible? ¡Claro que es posible! En temas como el transporte publico, el CAIR y la clase media, el alto costo de la energía, la seguridad pública y la convocatoria de una asamblea constituyente, lo que hace falta es voluntad y compromiso para resolverlos. El dilema parece ser que Ameglio Samudio tiene el liderazgo y la capacidad para resolver los problemas, no obstante, es huérfano del respaldo de los caciques de su propio partido, además hay que sopesar los grandes obstáculos constituidos por intereses y compromisos políticos a ultranza. ¿Lograra el apoyo de su partido y completa libertad para actuar? ¿Logrará cohesionar a una maltrecha oposición? ¿Tendrá cero compromisos a espaldas del pueblo para darle lo que Panamá necesita? ¿Puede quien resultare electo, hacer que el boom económico permee a las capas mas bajas de la sociedad? Por lo pronto, aun le falta medir fuerzas en su propio partido con el exbanquero y con el hombre del seco… eso es lo bueno de la democracia.

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