miércoles, 14 de mayo de 2008

POLITICOS QUE MIENTEN

Se miente por sexo, dinero y poder, y la mayor parte de las mentiras obedecen al impulso de aparentar lo que no se es y no puede hacer. En el tema que nos ocupa, hago la aclaración que no todos los políticos mienten. Hay quienes verdaderamente presentan propuestas y las pueden cumplir. Sin embargo, hay quienes sí mienten con la intención expresa de engañar. Esta es seguramente la razón de que algunos políticos, en lugar de tildarse de embusteros, se les acusa de faltar a la verdad y que no tenga desarrollada cierta capacidad de juicio moral en este aspecto. Que alguien mienta buscando un beneficio se comprende, pero no se justifica. Y, esto es parte de la naturaleza humana. El problema radica cuando la mentira viene acompañada del engaño y del autoengaño y explico: el engaño es un fenómeno frecuente y el hombre es capaz de engañar sin motivos aparentes. Pero al mismo tiempo, y ésta es la dimensión moral, la mentira envenena las relaciones sociales y se institucionaliza hasta convertirla en un vicio maldito.

Tenemos la impresión que los políticos mienten con más frecuencia de lo habitual. Pero algunas mentiras no lo son. Imaginemos que nos prometen acabar con la inseguridad ciudadana y pasa el tiempo y no es así. Yo entiendo dos aspectos sobre este hecho: uno, que realmente nos mientan prometiéndonos esto a sabiendas que no va a ser así y dos, que siendo verdad esa promesa, por diversos motivos no se pueda llevar a cabo. Sobre esta segunda opción no hay nada que objetar, pero sobre la primera, evidentemente no hablamos de un mentiroso sino de una persona sin escrúpulos. El político que se auto engañó resulta más peligroso porque: es temerario e inconsciente e incapaz de medir las consecuencias porque cree en sus propias mentiras y pasa desapercibido por el votante ignorante. Es el típico político que después de una nefasta gestión mantiene su postura y sigue pensando que el mundo está contra él porque los demás son los equivocados y él no y que yo a veces los catalogaba de cínicos hasta que me di cuenta que debía haber otra causa. Por eso los mejores políticos son los que de forma casi perfecta dominan la técnica del autoengaño y esto es grave, patético y preocupante; sobre todo, cuando el dinero y el poder están en juego. Aquí la respuesta la dictará el sentido común, la inteligencia y el juicio moral del votante astuto en el momento que emita su voto. (La autora Geraldine Emiliani es psicóloga clínica y fue publicado originalmente para el Panamá América el 14/05/08) gemilian@cableonda.net (Ver articulo relacionado "CASTIGADOS POR LA FETIDEZ" en http://recursossinlimites.blogspot.com/, vea "La Canción del político mentiroso" en http://www.youtube.com/watch?v=MkCzxbExXoQ

No hay comentarios: