ASUNTO FECAL (VERGÜENZA AJENA)

En razón de algunas decisiones de cuatro políticos bellacos uno siente vergüenza ajena, no obstante, a ellos no les hace ni cosquillas. Solo un valiente panameño luchador por la democracia ha puesto en conocimiento de la opinión pública que el CMA lo han maquillado como CECAGA. A los que hemos visto un poquito de los juegos psicológicos yanquis no nos sorprende, entendemos esas fijaciones norteamericanas -tipo Homero Simpson- al cambiar una necesidad fisiológica por otra, algo así como hacer la mayor en vez de la menor. En definitiva todo este “fecal matters” se estaba indigestando desde hacia rato. La visita del presidente Torrijos acompañado del aspirante a sucesor Lewis Navarro y su comitiva, supone el aval que los estadounidenses y su cabeza con ojiva nuclear George Bush necesitan para ejecutar un Centro de Carga Garantizada, una operación disimulada de carga pero cuyo noble objetivo es espiar y desarticular las redes del narcotráfico y ya con la puerta abierta, seguramente intervenir en los asuntos de los estados más hacia el sur del Río Grande, que no comulgan con el coloso del norte.

No tengo nada en contra de E.U. pero cada vez más se aprecia un retroceso en la búsqueda de la democracia plena, como en aquellos tiempos en que candidatos o partidos políticos necesitaban el beneplácito o la bendición de Washington para llegar al poder y gobernar. ¡Que vergüenza, que tristeza! A medida que se acerca el 4 de mayo de 2009 empezaran los presidenciables y figuras prestantes tanto del gobierno como de la oposición acercarse a la Casa Blanca, el Departamento de Estado o a la embajada americana, visitas con gran despliegue de publicidad aunque el lobby se haga ante funcionarios de tercera o cuarta categoría. En el caso reciente el Canciller heredo todas las conexiones de papi, así que tiene las puertas abiertas con la crema y nata de la alta jerarquía, ese es su merito. De allí que se dice que el desfile de nuestros funcionarios llevaba la intención de mostrar a Mr. Arbusto la carta de Sombrerito en la que resalta que no va a aspirar a un segundo mandato en la Asamblea Nacional. Todo este yesmanismo, ya sea por la iniciativa de Mérida o el CECAGA, nos hace pensar que somos capaces de hacer cualquier cosa para que los gringos nos aprueben el TPC, pero no debemos perder de vista que uno de los mayores asuntos fecales es la apurada venta de las acciones que el Estado tiene en Cable & Wireless, poco antes de concluir este periodo gubernamental, lo cual debemos impedir con toda nuestras fuerzas por el bienestar de nuestra nación. Yes Sir!