lunes, 10 de marzo de 2008

Gobernar para todos los panameños

¿El Presidente esta en campaña? nos preguntamos muchos al oírlo decir con mucho énfasis y a todo pulmón: “Nada me hará más feliz que ver al PRD ganar las próximas elecciones”. Me hubiese gustado hacer un análisis del VIII Congreso de los perredé, pero lo que oí me dejo desconcertado. ¿Felicidad? Bajar los precios de la canasta básica, disminuir la pobreza, erradicar el flagelo de las drogas, o que cada panameño tenga un trabajo digno, si eso lo hace más feliz, parece más consono con la realidad del país. Solo hace falta hacer un repaso a la tienda del chinito que es donde compra el panameño de a pie: un litro de leche a 0.90, un cuarto de mantequilla a 0.85, una libra de azúcar a 0.45, una libra de arroz a 0.50, pan como dicen los titulares: cada día subiendo y con menos peso, ni hablar de carne. ¿Por qué no compran en el súper? Simple, aunque el chinito ya no da crédito, en el súper todo es más caro. Así pudiera gastarme todo el espacio explicándole lo infeliz que es el panameño con respecto a lo más básico para su supervivencia, no tendría importancia toda esa “banalidad”, si su felicidad depende de que su partido gane las elecciones. Es obvio que no hay diferencia alguna entre el hombre Secretario General de su partido y el primer mandatario de la nación que aparenta vivir en un país distinto del nuestro.

Recuerdo los periodos electorales que han pasado durante la llamada era en democracia y casi ninguno de los mandatarios ha resistido la tentación de hacer política en vez de gobernar por el tiempo que le queda para resolver los problemas del ciudadano. Pareciese que la felicidad de algunos políticos solo depende de ganar las elecciones, competir para ver que grupo económico controla los millonarios proyectos como la ampliación del canal, el saneamiento de la bahía y toda aquella danza de los millones. La caricatura de oposición que tenemos ahora no esta exenta de ello, en la mayoría de las precandidatos no hay propuestas serias para solucionar los problemas del panameño común, el asunto solo se remite a ganarle al PRD. Por eso la mandataria anterior en la tarima del candidato de su predilección arengaba a su favor y detrás estaba la efigie de las esclusas con un enorme barco que por cierto, se vino a pique. !Como que no hemos aprendido nada! No es difícil entender porque el pobre no es feliz cuando su estomago ruge porque tiene hambre, porque el profesional no es feliz cuando trabaja como un burro engrandeciendo la empresa de otro y encima le quitan tanto dinero con el CAIR. El panameño dejo de creer en las falsas promesas y en las clásicas respuestas de “el mundo esta globalizado” o “la tendencia es al alza”. El panameño no es feliz porque entiende que la felicidad esta íntimamente ligada con su bienestar. No solo es una cuestión de enfoque, señor Presidente, es una cuestión de felicidad. El asunto no es gobernar para su partido sino para todos los panameños
. (La Prensa 13 de marzo de 2008).

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