jueves, 6 de noviembre de 2008

DON JUSTO Y LA DESCENTRALIZACIÓN

Todos los países tenemos historia trasnochada y romántica, sucesos que se acomodan para darle mayor realce a la identidad nacional, prácticamente mitos. A los revisionistas se les acusa de antipatriotas, no hay tolerancia a la crítica textual. En ese sentido es digno de análisis el papel de Justo Arosemena, solo léase alguno de los libros de historia de nuestros escolares y caerá en cuenta de lo que le hablo. Contrástese con hechos históricos y objetivos. Obsérvese que la Constitución de Río Negro es federal y data de 1853. Lo que vemos aquí es la lucha entre la excesiva centralización y la descentralización. He ahí la novedosa ideología liberal enfrentándose al statu quo conservador. Por eso en 1855 se constituye El Estado Federal de Panamá. Lo que hay que destacar es que el federalismo colombiano es obra de Don Justo Arosemena. De hecho Arosemena, estadista y visionario resultó tener razón: La continua inestabilidad política que él trataba de evitar estalló como un reguero de pólvora cuando los conservadores impusieron por la fuerza la centralista Constitución de 1886 de Rafael Nuñez y la oposición liberal no se hizo esperar, iniciando una respuesta militar en Bucaramanga que luego se extendería a todo el país incluyendo a la preciada Panamá de Don Justo.

Sabiamente, la Biblioteca Nacional en el resumen a manera de introducción al Ensayo "El Estado Federal" por Don Justo Arosemena, señala: "Este fue el logro político personal más importante de Justo Arosemena, obtenido al cabo de una inmensa campaña de más de cinco años de actividad periodística, política y parlamentaria, tanto en el Istmo como en Bogotá. La ideología federal de Arosemena no se encamina apenas a sustentar la lucha por la autonomía panameña, sino de plantear la solución federal como vía para reconstituir a Colombia, de crear los medios políticos para articular a Venezuela y a Ecuador mediante mecanismos semejantes a los que debían fundamentar la articulación de Panamá. Éste sería el primer paso en la lucha contra la atomización latinoamericana, que se viabilizaría luego confederando otras repúblicas". Continúo. Como los conservadores tampoco eran pepita de marañon se sucedieron los conflictos armados, muchos de ellos no eran simples escaramuzas o guerra de palmeras, eran verdaderas batallas que mantenían a la población civil en vilo. Por otro lado Panamá fue un bastión de lucha liberal y que lideres como el general Victoriano Lorenzo, o como el insigne Doctor Porras tenían la menor intención de una separación de Colombia, al contrario, sino ¿por qué le quitaron todos sus derechos políticos, una vez separado Panamá? Con todo esto no quiero decir que Don Justo no amaba su terruño, sino que es importante comprender la historia en su justa dimensión y que desde 1899 hasta 1902 arreciaron las batallas en una autentica guerra civil colombiana, hasta la firma del tratado de Wisconsin y que ni liberales, ni conservadores istmeños pelearon por separarse de Colombia. El resto es historia patria. Al margen de la discusión histórica, hay que reflexionar que siendo un país independiente desde 1903, a la fecha lo que hay es un excesivo centralismo presidencialista. Nuestro país en la actualidad necesita sacudirse ese centralismo y transitar por un nuevo camino hacia la descentralización.

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