sábado, 4 de septiembre de 2010

LA CULTURA DEL PANAMEÑO

La basura es uno de los problemas más urgentes que tiene que resolverse a corto plazo. El problema de la disposición de los deshechos es un problema de salud pública, eso lo hace un asunto de Estado, indistintamente que en el plano administrativo y jurídico, en la actualidad pertenece a los municipios su recolección.

Aquí en Panamá no existe una cultura adecuada y correcta de deposición de la basura. Las tinaqueras existen pero es frecuente que los camiones llegan, la tinaquera no está llena de basura, pero si se encuentran los deshechos acumulados fuera del tinaco. El esfuerzo horas-hombre de los trabajadores de la DIMAUD entonces es triple, requiere muchas veces de palas y más hombres, tiempo perdido y mientras, el camión no llega a Cerro Patacón.

Aunado a ello, miles de sinvergüenzas en presencia de sus niños, sacan la mano por la ventana del automóvil echando basura a la calle, lo que crea toneladas extras de basura mal dispuesta por recoger y nuevas generaciones de cochinos.

Usted puede tener el mejor alcalde y puede quitar a la alcaldía la recolección de la basura, hacer una ley para crear una autoridad, que va entregarle el contrato a una compañía privada y eso no va a cambiar de la noche a la mañana, es un problema de cultura.

La mayoría del trabajo de DIMAUD se consume en lo que he explicado con anterioridad. Aunado a ello tampoco se recicla. No se dispone si es basura orgánica o inorgánica. No existe una cultura de reciclaje. Tanto estufas, refrigeradoras, lavadoras viejas y otros artefactos, hasta colchones son dispuestos junto con basura orgánica. Existen los programas de educación a la sociedad, pero les entra por un oído y les sale por el mismo oído.

Por otro lado, los panameños en su gran mayoría nos acostumbramos a un espantoso paternalismo. Esa mala costumbre arraigada y cimentada por generaciones es hija del proceso revolucionario. Años de paternalismo no van a cambiar conductas sociales enraizadas en la psique.

Queremos todo gratis, nos quejamos pero no pago nada, que felicidad. El panameño en su mayoría no paga por la recolección de la basura y por otro lado el gobierno, tampoco paga.

¡Rafael es que no hay plata! No hay plata, pero allí están todos los días los almacenes llenos, todos los mall lleno de gente comprando a rabiar. ¿Qué pasa? Que el panameño de a pie no tiene para pagar la luz, pero tiene Black berry de contrato, exige que recojan la basura pero no paga la cuenta de la basura, se queja del costo de la canasta básica pero tiene pantalla plana, lap top, blue ray y aire acondicionado.

Para muestra un botón: la morosidad de los ciudadanos residentes de la ciudad capital en el tema del aseo, es de 90 por ciento, no obstante, les aseguro que mucho de esa gente llama a las televisoras, a la radio, y postea en los foros de internet con el temita "Bosco incapaz", "el alcalde no recoje la basura". Cuando una persona como usted y yo piensa en las implicaciones morales de esa actitud, llegamos a la conclusión que eso da más asco que la basura que en algunos lugares se dejo de recoger.

Usted puede traer un alcalde de Venus con un equipo de rayos polivalentes y luego puede quitar a la alcaldía la recolección de la basura, hacer una ley para crear una autoridad, que va entregarle el contrato a una compañía privada y ninguna de esas cosas van a cambiar de la noche a la mañana, porque todo eso es un problema de la cultura del panameño.

1 comentario:

Keysi B. dijo...

Totalmente de acuerdo! Excelente post Sr. Rafael