domingo, 22 de febrero de 2009

EL CAMBIO QUE SE AVECINA

A poco más de dos meses para las elecciones del 3 de mayo, los vientos de cambio se acercan más a categoría de huracán. Sin que ello signifique que se debe bajar la intensidad de la campaña, todo indica que a partir del 1 de julio se hará efectiva la sana alternancia en el poder, liderada por el binomio Martinelli–Varela.
Para Juan Carlos Varela su decisión de declinar a la aspiración presidencial a favor de Ricardo Martinelli –gran muestra de humildad y desprendimiento– fue una entre la ética de la responsabilidad y la ética de la convicción. Optó, acertadamente, por la primera. La responsabilidad de asegurar el triunfo opositor con la importante maquinaria electoral que a nivel nacional tiene su partido, pero también la responsabilidad de asegurar buena gobernabilidad en el gobierno encabezado por Ricardo Martinelli y, desde una posición de liderazgo, seguir Juan Carlos con el fortalecimiento positivo de su agrupación política, del mejoramiento de nuestra cultura política, y el impulso del desarrollo humano y social de los panameños.
Ricardo y Juan Carlos saben cuál fue nuestro rol catalizador hacia la concreción de la gran coalición opositora. Y es que desde un inicio abogamos por la unidad opositora, señalando que todos sus candidatos presidenciales tenían un objetivo común y un adversario común.
Juan Carlos Varela emprendió su candidatura con energía, transparencia y verticalidad, y logró investir al panameñismo de un dinamismo importante. Sin embargo, su candidatura resultó no ser la más viable para asegurar el necesario cambio y la sana alternancia en el poder.
El tiquete Martinelli –Varela, dentro de las circunstancias, nos ofrece el escenario más balanceado, como propuesta electoral y en función de gobierno. Nos sentimos complacidos por el entendimiento logrado por las fuerzas opositoras mayoritarias del país, alcanzando una gran alianza que ha de reflejar la profunda convicción de todos sus integrantes en cuanto a las bondades del pacto programático, habiéndose reconocido muchos puntos que los unen y la coincidencia en las respectivas propuestas de gobierno. Sus integrantes gozan de fortalezas complementarias que, luego de obtenido un claro mandato electoral, les permitirá la ejecución del Plan Programático de Gobierno.
Pero el éxito de la gestión solo se dará si se entiende el desarrollo humano y social como nuestro más importante proyecto histórico en estos momentos; y la concertación, diálogo y participación ciudadana como los mejores instrumentos de cohesión social para lograrlo. Se dará si con base en un liderazgo centrado en principios se impulsa con firmeza, desde la cabeza, una cruzada para la redacción de una nueva carta política, democrática e incluyente, a través de un proceso constituyente auténticamente popular y representativo. Finalmente, el éxito se dará en la medida en que se asigne la mayor prioridad a la erradicación del flagelo de la corrupción y el repudio por tan nefastas prácticas como lo son el clientelismo político, promovido desde los partidos, y el acomodo por intereses personales y económicos, perseguido por personas demasiado indiferentes o, peor, indolentes.
Ricardo Martinelli está cerca de asumir el control del solio presidencial. Será el más alto honor conferido por mandato popular, que deberá ser agradecido esforzándose en el servicio público en los mejores intereses del país y para bien común. (El autor Enrique Arturo de Obarrio es el Coordinador Nacional de Fuerza Independiente). 



miércoles, 18 de febrero de 2009

LOS VAMOS A AHOGAR!!!

El calendario marcaba los últimos días del mes de enero de 1989. La Alianza Democrática de Oposición Civilista se dio a la tarea de buscar a un periodista que les llevara el peso de la información y el manejo con los medios nacionales e internacionales. Al final del camino se decidió por el nombramiento de este servidor. Cuando me comunicaron la noticia respiré profundo; sabía el peligro que una responsabilidad de esa naturaleza conllevaba.
Consulté con mis familiares, amigos; tuve conversaciones con un representante de la iglesia católica; hablé con profesores de la facultad de comunicación social y todos coincidieron en que el momento no se prestaba para asumir el compromiso. “Tu vida y la de tu familia están en peligro”, fue la frase común. La decisión era mía; estaba cansado de ver a dos Panamá; el conformado por los políticos del PRD y los militares, considerados los ciudadanos de primera clase y el resto de la nación.
Mis claros principios de democracia, justicia y libertad me llevaron a enfrentar el reto; me reuní con los miembros de la alianza, en la oficina de Guillermo Endara Galimany, ubicada en calle Cincuenta y de allí en adelante apoyé, con más ímpetu, el camino hacia el gran triunfo de la oposición. Recuerdo que cuando se hablaba de una posible invasión le pregunté al señor Endara si estaba de acuerdo. “Prefiero a Noriega en Panamá que una acto tan humillante como la invasión”, fue su respuesta.
Es historia conocida que los norteamericanos invadieron Panamá como una decisión unilateral y que les notificaron a los miembros de la nómina ganadora de mayo de 1989 que, o cumplían con el mandato del pueblo o ellos ponían un gobierno de ocupación.
Volvamos a inicios de 1989. En mi tercera reunión con los líderes de la oposición, les comuniqué que coordinaría una campaña de altura, con mucho respeto y que en todas las informaciones que manejara me abstendría de las frases despreciativas. No toleraría lo de cara de piña y si alguien iba a acusar a Noriega de narcotraficante, debería tener las pruebas. Les expresé que andaba en busca de una frase que fuera contagiosa, que saliera de lo más profundo del corazón, de alguien que reflejara el sentimiento popular.
Los expertos en publicidad seguían con la misma tradición de vota por mi porque soy el mejor o vota por mi porque te daré esto o aquello. Eso no encajaba en lo que deseaba. Cuando el equipo de prensa salía, tenía instrucciones de hacer entrevistas cortas, que me sirvieran de testimonio. Da la casualidad que a inicios de marzo de 1989, había una concentración política en los estacionamientos de El Dorado. Ese día decidí tomar el control del trabajo periodístico.
De repente se me aparece una señora como esas que se la pasan contando anécdotas; una mujer de unos 70 años, con el cabello vencido por el tiempo y las huellas en la cara de muchos sinsabores y decepciones. Con la emoción del momento, pero con una naturalidad inusual, fue cumpliendo las órdenes de su corazón. “Como que hay prensa cerrada; ellos si pueden tener periódicos, televisoras, radios y nosotros no. ¡Vamos a demostrar la fuerza en los votos…los vamos a ahogar!”
Solo recordar ese momento y vienen a mi escenas tan gratificantes y conmovedoras. Esa era la frase que buscaba, ¡los vamos a ahogar! No tanto por el significado, era la fuerza, el sentimiento, la intensidad lo que más me motivó a utilizarla. Al día siguiente les informé a los líderes que había encontrado la perla, pero, que a mi juicio la autora del lema podía rebasar la popularidad de los candidatos.
A través de la publicitaria PISA y en el programa de televisión en RPC, de diez minutos diarios, entre las siete y las siete y diez de la noche, comenzamos el bombardeo de los vamos a ahogar. Caló tanto que cada vez que su autora, Eufemia Williams, se aparecía en las concentraciones, opacaba a los candidatos, al extremo que el público la coreaba y ella terminaba arriba en la tarima principal. Hago remembranzas y veo una nómina, no de tres, sino de cuatro. Allí estaban, con sus manos levantadas, Guillermo Endara, Ricardo Arias Calderón, Guillermo Ford y Eufemia Williams.
En 1989 más del 70 por ciento del pueblo clamaba por un cambio, eran voces que a todo pulmón decían “los vamos a ahogar”; hoy siento ese mismo ambiente. Eufemia Williams fue condecorada por el gobierno de Guillermo Endara Galimany; trabajó en la secretaría de prensa. Ella con su grito de guerra nos mira desde las alturas y debe regocijarse al saber que de nuevo se repetirá la historia en las elecciones que se avecinan. El autor René Hernández fue Secretario de Prensa de la Presidencia de la República (rehernandez19@gmail.com). Ver artículo realcionado "LATAZO: TRAGICOMEDIA Y DESESPERACIÓN" en http://recursossinlimites.blogspot.com/

martes, 17 de febrero de 2009

LOS PROTAGONISTAS: PAPADIMITRIU

Hijo de inmigrante griegos, tan panameño como cualquiera de nosotros, con su estilo irreverente y poco ortodoxo cautiva a toda una nación con su propia forma de hacer política. Educado en E.U., sirviendo a senadores tanto republicanos como demócratas, conoció de cerca y en la práctica los métodos de estrategas washingtonianos, utilizados para lograr lo que a nivel político se requiere en una campaña exitosa.
Definitivamente que el votante panameño es distinto en sus circunstancias a cualquier otro, por lo que previamente se adaptó a idiosincrasias en Centroamérica, asesorando a candidatos de renombre.De igual manera, antes de dirigir la campaña en Panamá, trabajo para una figura tan importante como Roberto Lavagna para las elecciones presidenciales en Chile. Debo aclarar que desde el principio, por errores conceptuales de parte de otros estrategas de la campaña Lavagna, no lograron el triunfo, falencias que de ninguna manera permitió Jimmy Papadimitriu en su terruño. Anticipando siempre el siguiente paso, tomó desde el inicio el control total de la campaña bajo el concepto único del "cambio".
La estrategia del gurú del marketing político ha sido efectiva para posicionar al candidato como puntero en el querer ciudadano, logrando en difíciles circunstancias lo que hasta ahora era imposible: liderar la imbatible y temida gran alianza opositora."Entran limpios y salen millonarios", es una etiqueta imprecisa, pero es obvio que tiene aplicación específica. Por su perfil, un par de años atrás, no había manera de "pegar" a este candidato entre los jóvenes, pero el concepto dinámico "Generación del Cambio", ligado al concepto gráfico de las "Converse" y una buena dosis de billete para pagar las pautas mediáticas incesantes, crean esa imagen popular ante todos los estratos de la sociedad.
Apoyando desde un inicio a Varela en su campaña, objetivos y decisiones, admito con sinceridad que de "cambio" es lo único que habla la gran mayoría ciudadana, no obstante, nadie sabe en que consiste el cambio. Anticipando el evidente resultado de las elecciones, felicito a este genio por tan exitoso desempeño.

martes, 10 de febrero de 2009

LOS PROTAGONISTAS: JUAN CARLOS NAVARRO

En nuestras conversaciones de café, uno de mis mejores amigos, frunciendo el ceño, acostumbra a decir cuando uno se encierra en una idea, que "hay un mundo más allá de tu pequeño universo". Justo es reconocer aquello cuando he dispuesto en una serie de artículos "Los Protagonistas", enfocar el desempeño de algunos noveles personajes de la política local, jóvenes al igual que yo que han tenido éxito, independientemente del partido al que pertenecen.

Decía el ilustre y bien ponderado Churchill, que en política "no hay enemigos, sino adversarios". Reconocer la valía del adversario, en ningún sentido significa que vas a correr a abrazarlo, no obstante, siempre hay cierto enanismo mental que permea a nuestra sociedad y explica porque seguimos con un país que no ha podido llevar adelante coherentes políticas de Estado en los temas más importantes, así como la Concertación Nacional para el Desarrollo.

En el tema, Juan Carlos Navarro es uno de aquellos jóvenes que ha sabido ganarse su lugar. Él a demostrado ser muy capaz, un líder puntual de aquellos que si no le abres la puerta, te la tumba. El permanente enfrentamiento "man to man" de Navarro con Martín Torrijos es una muestra más que el tipo se las trae y que a pesar de todo lo que diga por ocultarlo, el presidente si tiene proyectado acortar las distancias y ser candidato en el cercano 2014.

El problema es que se presenta una anticipada pelea por el próximo periodo, mientras debe enfocarse el partido oficialista en fortalecer la candidatura actual, teniendo una autentica y desgastante guerra interna, que produce poca movilidad de sus valiosos cuadros para enfrentar la pelea externa. Auguramos éxitos a Navarro a lo interno de su partido para la posterior contienda y que pueda enfrentarse al inequívoco candidato y baluarte del panameñismo Juan Carlos Varela. Hablando de "Transfraude" y consejitos para Torrijos de gobernar, mejorar la seguridad, tapar huecos y "no mezclar chicha con limoná", la valiente actitud de Navarro parece estar constantemente recordándole a Martín que hay un mundo más allá de su pequeño universo.