miércoles, 19 de marzo de 2008

ASUNTO FERROVIARIO

Llegó el tren y se llama Balbina Herrera. El anuncio de su aspiración a la presidencia de la República solo sorprendió a los incautos y a Juan Carlos Navarro. La ministra tiene por si misma meritos suficientes para lanzarse al ruedo, a pesar de lo que digan sus detractores, y no significa esto en ningún sentido que promociono su candidatura, solo analizo la situación en el PRD. Creo que el menos sorprendido ha sido el propio Presidente, me parece que esta al tanto de todo, mientras Juan Carlos esta tratando de forcejear e impresionar, realmente esta luchando por su candidatura, eso se nota. Lo lamentable es que no se ha dado cuenta que el tren ya le paso por encima y lo aplastó, ¡el mismo día del Pacto Sonadora, se lo sonaron! Solo hay que tomar las opiniones a boca jarro, en la calle, en los cafés, en los buses, en las veredas: Balbina es del pueblo, es de las nuestras, no es rabiblanca, trabaja y da solución a los problemas.

¿Que representa el continuismo? Si, pero averigüen bien, parece que a muchos no les interesa que eso sea así, y no son perredés. Ya antes había dicho “...después de la noche de los cuchillos largos y concluido todo ese “freak show”, se lamerán las heridas y a paso militar, todo el partido gobernante en unión monolítica apoyará con todos los hierros a su candidato de consenso ¡cuidado es una candidata! y sin necesidad de los usuarios del volkswagen” (Panamá América 22/01/08). Si es por votos, hay que considerar que el Doctor Pérez Balladares no es ningún manco y que en la correlación de fuerzas, con los 1,248 votos que obtuvo en el último Congreso inclinará la balanza hacia uno u otro candidato. Basta esperar si será a favor de Balbina o Navarro; aunque no esta mal adelantarles como pronóstico que favorecerá a la primera.

Por otro lado, al que algunos consideran el mejor y único ministro no-político del gabinete, se va. Su renuncia como Ministro de Comercio e Industrias es un triunfo a la insensatez y tozudez política como nunca antes se ha visto en la historia de este país. Recientemente el Foro Económico Mundial le entrego un merecido galardón como Líder Joven Global del año 2008 por sus ejecutorias, siempre se ha distinguido por tener una clara mentalidad y ser muy capaz. Duele reconocer que se gastaron cualquier cantidad de billete y un gran esfuerzo con un equipo extraordinario en la negociación liderada por Andy Ferrer, quien no oculto su decepción y enojo al no aprobarse el TPC y que encontró el mejor momento para su renuncia, cuando recientemente el Presidente Bush urgió al Senado a aprobar el tratado con Colombia dejando a Panamá por fuera, es decir, esta confirmado que el TPC y Sombrerito son como el agua y el aceite, como también esta demostrado que eso no le ha hecho mella: salio sobrado en el CEN. Volviendo al tema ferroviario, dicen que Ferrer se subirá en el tren. Opositores, tomen los correctivos a sus malas actitudes, llegó el tren, con Ferrer y con Nito Cortizo a bordo. Aunque son solo incipientes rumores, dice mucho políticamente y los perredé hay que aceptarlo, son maestros en el manejo de la información. Así que amigos, por ahora, jueguen vivo y quítense de la vía perico, que nos aplasta el tren.

ELECCIONES: UNA OPINIÓN

"La democracia tiene por lo menos un mérito, y es que un miembro del Parlamento no puede ser más incompetente que aquellos que le han votado", Elbert Hubbard. No obstante el "crecimiento económico" del 2007, en este año pre-electoral, el escenario nacional, además de caracterizado por el constante aumento del costo de la vida, la concentración de la riqueza, el aumento de la pobreza, el subempleo, la violencia y la inseguridad, entre otras de las nefastas consecuencias de las políticas neoliberales, prevalece la ineficiencia gubernamental al tiempo que se incrementa la percepción de corrupción; todo lo cual, aunado a la falta absoluta de credibilidad condiciona el ambiente para el diluvio de críticas y promesas de quienes ansían reemplazar a los actuales encargados. Muchos interpretan la política como la consecución del poder público, y la democracia, como el derecho a votar; por ello hacen del torneo electoral un espectáculo, bueno para conquistar las simpatías del electorado, y con el fin de quedar bien con todos, mienten a todos, en todo. Mientras la globalización de la miseria acentúa su marcha, profundizando la descomposición social y aumentando la frustración colectiva, los beneficiarios continúan disputándose el reparto de la cosa pública. Las crisis propias de las democracias representativas no se resuelven reemplazando una pieza del instrumento y menos a través de componendas, como ocurre habitualmente; la solución no depende del mejor candidato o del menos malo; la representatividad está desfasada, es obsoleta; como observara Rousseau: "el voto supone una transferencia al representante cuya voluntad se convierte en voluntad de la nación". Y si el propuesto es un candidote, especialista en indecisiones, resulta peor el remedio que la enfermedad, por buena que sea su intención o efectiva la publicidad que lo venda. Elegir no es tan simple, para ello debe haber dos o más alternativas y el requisito esencial es que exista por lo menos una opción que satisfaga la necesidad en cuestión. En medio de la pobreza no es posible elegir; el desempleado, cuyo problema es el hambre de su familia, no puede escoger entre filete, salmón o arroz "Compita", no importa cuántos supermercados, muy surtidos estén abiertos; solo elige quien puede, y únicamente cuando las alternativas lo permiten. La política económica la define e impone el capital financiero internacional; por eso, tanto con militares como con civiles, las reglas han sido las mismas, la diferencia es que, con las democracias representativas las medidas se revisten de legalidad. Los militares llegan con botas y los civiles con votos, pero ambos se desviven por servirle bien al amo. Mientras no cambiemos las estructuras del modelo prevaleciente, los procesos electorales seguirán siendo lo que son, un festival de promesas, máscaras y fantasías, donde lo más relevante es la demagogia, las ilusiones y el oportunismo, en donde el principal favorecido es el modelo, pues con las elecciones mantiene su legitimidad; el fraude solo se reconoce después de expresada la voluntad del electorado. Ayer los electores castigaron a los que estaban, votando por los que pronto los defraudaron; hoy podrán castigar a estos, restituyendo a aquellos, pero será inútil, pues mientras no podamos optar por una genuina alternativa, los resultados serán idénticos; solo cambiará el instrumento y su capacidad de servidumbre. Con este modelo el círculo vicioso del voto castigo y la frustración con cada "cambio de gobierno" seguirán repitiéndose, hasta que una vez agotado el instrumento civil nos impongan al instrumento militar; de modo que escoger al "menos malo" puede ser peor; revisemos la historia reciente, porque el poder económico impone las reglas del juego, la fundamental es que el elegido garantice sus intereses; la capacidad, cualidades y voluntad de servir no cuentan e incluso pueden determinar la descalificación de cualquier aspirante; por lo cual las campañas son un escenario de disfraces, donde sobresale la compra-venta de conciencias, el chantaje, la deslealtad, los ataques personales y vale cualquier maniobra que sirva para obtener la nominación y finalmente, el poder para disponer, en provecho propio de los recursos del Estado. Debemos concertar una alternativa real, pero si no somos capaces de construirla, convalidaríamos, nuevamente, el aprecio por la burla ... ¿Usted qué opina? (Autor: Leopoldo Santamaría, publicado originalmente por La Estrella de Panamá /03/08)

miércoles, 12 de marzo de 2008

EL LEGADO DE WILLIAM PENN

Al oír toda la alharaca del censo solicitado por mis hermanos evangélicos, debo puntualizar que la práctica común de cada iglesia cristiana es llevar la cuenta de los bautizados, lo que es requisito indispensable para considerarse miembro. A su vez la denominación cristiana o Iglesia principal a la que pertenecen recibe todo ese cúmulo de información, por lo que no es tan difícil saber la cantidad que representan comparado con el resto de la población. Asimismo es el bautismo en la Iglesia Católica en el que los bebes e infantes –quienes no tienen uso de razón al llevarse a cabo el ritual- son contados como miembros, por ello, según la Constitución son mayoría. Es triste reconocer que seguimos en la lucha en pro de la intolerancia y de ver quien controla desde su prisma dogmático las decisiones del Estado. Precedentes para diversas posiciones se amparan en la historia de las colonias establecidas en Norteamérica. Como experimentos teocráticos éstas no hacían diferencia entre la iglesia y el estado, se aplicaron rígidas leyes, con penitencias y castigos que incluían la muerte, ampliamente rechazadas por Beccaria y otros tratadistas en Europa. Particularmente el mundo recuerda la quema de cientos de personas en Europa, misma intolerancia que se traslado a América como lo confirma la tortura y encarcelamiento de cientos de personas y el ahorcamiento de 25 supuestas brujas en la puritana Salem, Massachussets. No obstante William Penn con su proyecto político “Holy experiment” se propuso hacer la diferencia entre el resto de las colonias. Al ser él mismo y sus “shakers” perseguidos, se propuso ser la antitesis de querer imponer lo dogmático basado en una determinada mayoría, por ello, Sir William y sus cuáqueros hoy son sinónimos de tolerancia y libertad de culto.

Penn estableció Pennsilvania (1681) y en ella Filadelfia, la ciudad del amor fraternal en la que tuvo una relación de amistad y no de conquistadores con los nativos Shawhee y Delaware –perseguidos y asesinados en las otras colonias- designándoles sus propias tierras, por eso les fue más fácil a los misioneros cuáqueros evangelizar a estas tribus. Al crecer la fama de Penn y de la prosperidad en Filadelfia miles de menonitas, presbiterianos y anglicanos emigraron hacia allá buscando la tan ansiada libertad. Penn decidió integrar el gobierno con estas denominaciones, pronto surgieron diferencias en la forma de gobernar en razón de sus creencias, los nuevos colonos antes perseguidos se transformaron en perseguidores, trajeron consigo el germen de la intolerancia y declararon la guerra a los indígenas, como forma de controlar una escalada de delitos. Penn y su gente renunciaron de inmediato al gobierno, dejando todo en manos de los que representaban aquello que él intentó cambiar (1756). Observamos las falencias y el fracaso de este experimento político, lo ilógico es que precisamente radicales políticos evangélicos se fundamenten en esas falencias, en vez de los aciertos de Penn. Además de su impacto en la tolerancia y la libertad de cultos, a William Penn le debemos la toma de desiciones por consenso -que era la practica propia en las Asambleas de los indígenas iroqueses, de los cuáqueros paso a las Iglesias Congregacionalistas y de allí a los Bautistas-, la solidaridad, el comercio justo, la igualdad social, las libertades civiles, el rescate de la dignidad de la mujer, la ética libertaria, la convivencia pacifica sin ejercito, el derecho de los indígenas, entre otros; todo ello contenido en su santo experimento. Apóstoles y Pastores: ¡aprendamos de nuestros errores! (La Estrella, 19 de marzo de 2008)

martes, 11 de marzo de 2008

EVANGELICOS POLITICOS: ACÁ Y ALLÁ

Recientemente, en los Estados Unidos el doctor James Dobson líder de Focus on the Family se pronuncia poniendo en duda el conservadurismo de un continuista y panameñizado McCain, pero es seguro que los llamados lideres conservadores apoyarían a un ex-pastor bautista como Huckabee si fuese el candidato republicano. El sub-sistema paralelo que nació con el movimiento a favor de los derechos civiles (Luther King), le permite a la sociedad civil organizada incidir en las decisiones de estado y políticas públicas, entre ellos los Bautistas del Sur, Mayoría Moral y otros organismos que demuestran que contrario a la opinión de C. A. Montaner quien apoya a McCain, Dios si tiene velas –específicamente- en este entierro. Dobson es líder en el tema de la integridad familiar, no es político profesional y jamás dejaría su ministerio para serlo, su voz es escuchada. Mike Huckabee no es pastor en ejercicio y después de serlo fue gobernador, lo que lo impulsa son sus principios. Sin duda, tomando en cuenta el principio de separación de la Iglesia y el estado y la libertad de conciencia, los bautistas han participado durante décadas en el pulseo político y como grupo de presión son efectivos en los temas mas importantes del ciudadano común norteamericano.
El background evangélico en la política acá y allá merece un análisis más sincero que aquel que los políticos de viejo cuño ofrecen. En Panamá yerran aquellos que piensan que eso surge del ser evangélico, como por osmosis, mientras aventuran entrar al ruedo político, además de ignorar que no basta con ser pastor o “apóstol” y que nuestra cultura es diametralmente distinta a la norteamericana, no se percatan que es necesaria la base previa de una identidad con la comunidad, cientos de años de influencia social, y una inequívoca experiencia política. La practica común bautista es no comprometer sus creencias y la institucionalidad de la iglesia con la política o con x candidato. El pulseo y su actuar como grupo de presión se hace a través de organizaciones que tienen toda la credibilidad moral necesaria en la cual participan miembros de la denominación y que inciden con un liderazgo ético y activo en temas sociales específicos. Muchos otros en los E.U. han seguido este modelo no escrito en piedra, pero que si requiere abstenerse de utilizar los pulpitos para vocerías políticas, así como no pueden sus ministros participar como candidatos sin dejar el ejercicio pastoral. Gran diferencia de muchos locales que pretenden ser candidatos y ser ministros de Dios al mismo tiempo para poder utilizar la grey como caudal político, absurda bicefalia que fue visible en la campaña panameña pasada, para vergüenza nuestra aupada en los medios con bombos y platillos por los partidos políticos. No hay nada de malo en ser evangélico y ser político, lo que hay que hacer es ¡no meter la pata tan seguido y hacer las cosas bien! Ojala podamos hacer una diferencia ética en esta campaña y aprender de lo quizá sea lo mejor de la política norteamericana y no comprometamos el sagrado nombre de nuestro Dios en vano.

lunes, 10 de marzo de 2008

Gobernar para todos los panameños

¿El Presidente esta en campaña? nos preguntamos muchos al oírlo decir con mucho énfasis y a todo pulmón: “Nada me hará más feliz que ver al PRD ganar las próximas elecciones”. Me hubiese gustado hacer un análisis del VIII Congreso de los perredé, pero lo que oí me dejo desconcertado. ¿Felicidad? Bajar los precios de la canasta básica, disminuir la pobreza, erradicar el flagelo de las drogas, o que cada panameño tenga un trabajo digno, si eso lo hace más feliz, parece más consono con la realidad del país. Solo hace falta hacer un repaso a la tienda del chinito que es donde compra el panameño de a pie: un litro de leche a 0.90, un cuarto de mantequilla a 0.85, una libra de azúcar a 0.45, una libra de arroz a 0.50, pan como dicen los titulares: cada día subiendo y con menos peso, ni hablar de carne. ¿Por qué no compran en el súper? Simple, aunque el chinito ya no da crédito, en el súper todo es más caro. Así pudiera gastarme todo el espacio explicándole lo infeliz que es el panameño con respecto a lo más básico para su supervivencia, no tendría importancia toda esa “banalidad”, si su felicidad depende de que su partido gane las elecciones. Es obvio que no hay diferencia alguna entre el hombre Secretario General de su partido y el primer mandatario de la nación que aparenta vivir en un país distinto del nuestro.

Recuerdo los periodos electorales que han pasado durante la llamada era en democracia y casi ninguno de los mandatarios ha resistido la tentación de hacer política en vez de gobernar por el tiempo que le queda para resolver los problemas del ciudadano. Pareciese que la felicidad de algunos políticos solo depende de ganar las elecciones, competir para ver que grupo económico controla los millonarios proyectos como la ampliación del canal, el saneamiento de la bahía y toda aquella danza de los millones. La caricatura de oposición que tenemos ahora no esta exenta de ello, en la mayoría de las precandidatos no hay propuestas serias para solucionar los problemas del panameño común, el asunto solo se remite a ganarle al PRD. Por eso la mandataria anterior en la tarima del candidato de su predilección arengaba a su favor y detrás estaba la efigie de las esclusas con un enorme barco que por cierto, se vino a pique. !Como que no hemos aprendido nada! No es difícil entender porque el pobre no es feliz cuando su estomago ruge porque tiene hambre, porque el profesional no es feliz cuando trabaja como un burro engrandeciendo la empresa de otro y encima le quitan tanto dinero con el CAIR. El panameño dejo de creer en las falsas promesas y en las clásicas respuestas de “el mundo esta globalizado” o “la tendencia es al alza”. El panameño no es feliz porque entiende que la felicidad esta íntimamente ligada con su bienestar. No solo es una cuestión de enfoque, señor Presidente, es una cuestión de felicidad. El asunto no es gobernar para su partido sino para todos los panameños
. (La Prensa 13 de marzo de 2008).

miércoles, 5 de marzo de 2008

Computadoras terroristas y lacayos chavistas

Overacting. Sobreactuado. Pensamos algunos al ver la reacción de Chávez tras la muerte de Raúl Reyes, quien no era cascarita de huevo. Se trata del segundo al mando de las FARC, la fuerza terrorista más grande del mundo. Esta guerrilla pseudomarxista se ha mantenido por décadas con el terror, el asesinato por encargo, la extorsión mafiosa, el cruel secuestro, la protección a los cultivos de coca, el tráfico de drogas, etc., y que recientemente por la intervención adecuada de un bloggero levanto protestas en todo el mundo con el llamado de alto al secuestro y no a las FARC. La expresión sobreactuado aplica para aquellos actores que con guión en mano exageran en la interpretación de su papel, puede ser en gestos o en palabras pero siempre es más allá de lo que se requiere para el rol. Seria hipócrita decir que el mundo democratico lamenta la muerte de Reyes y es que el personaje que murió no es un héroe, no es un idealista, no es un Premio Nóbel de la Paz. Si fuese así, justificaría la exagerada reacción de Chávez. Reyes era el estratega y “hombre de negocios” de este imperio criminal y genocida. Nos preguntamos si la reacción del comandante era porque Reyes era un protegido suyo, o él sabia de anticipado o tenía algo que ver con la ubicación del acondicionado campamento de las FARC con todo incluido, en territorio ecuatoriano.

Súper dimensionado. Somos niños de pecho para pensar en estas conspiraciones “democráticas” o ¿debo decir bolivarianas? Por el disco duro de la computadora del jefe guerrillero hoy se conoce la relación del triangulo CHAVEZ-CORREA-FARC, amenaza peor que la que motivo la aventura de Bahía de Cochinos. Ya legisladores peruanos han denunciado que a través de las Casas del Alba se recibe financiamiento para el caos detrás de las protestas y que incluso muchos están recibiendo entrenamiento militar en Bolivia ¿se sumaria el “Doctor” MORALES? En nuestro país también arrestamos a las computadoras terroristas, tras enterarnos de acuerdos de no agresión con las FARC. Tras la alharaca de una guerra de Venezuela y Ecuador contra Colombia, de seguro este último llevaría una gran ventaja por su experiencia militar continua, sin embargo perderíamos todos los latinoamericanos. El pretendido libertador resulta ser un megalómano y loco expansionista, es el mismo que le gusta decir “lacayo de los gringos” y “servil imperialista”. Coronel: ¿debiéramos decir nosotros ahora “lacayos chavistas” y dejar intacto aquello de servil imperialista? Todos los imperialismos son malos, tanto los de derecha como los de izquierda y de paso le recomiendo se atienda con un psiquiatra, urgente…

lunes, 3 de marzo de 2008

La política decadente

Como todo ser orgánico, el partido político nace, crece, se desarrolla, decae y muere. La democracia se mantiene viva, porque sus células -léase partidos políticos- viven ciclos de vida distintos, con lo cual cuando uno decae hay otro naciendo. El Partido Conservador es el iniciador de la separación de 1903, pero -como bien advirtió Tomás Arias en su época- fue desplazado rápidamente por el Partido Liberal, que -verdadero forjador de la República- fue decayendo y atomizándose hasta ser hoy en día irrelevante, por no decir inexistente. La otrora poderosa Coalición Patriótica tuvo una vida efímera y ya se vislumbra el ocaso del Panameñismo. Partidos de fortaleza estructural aunque no masivos, como el del Pueblo y el Demócrata Cristiano son meros cascarones empapelados con historias viejas. Es la Ley de la vida. Pero también se ven signos de decadencia en el abrumador PRD -autoproclamado renovador de la Patria- y de envejecimiento prematuro en nuevas fuerzas como Cambio Democrático. Ya no hay ideología ni programas; no hay una visión de país ni una comprensión de los giros del mundo; no hay mística ni compromiso. Los partidos políticos, células del tejido democrático, ya no son escuelas de cuadros ni mucho menos de gobierno, ya no fungen como correas de transmisión entre el Estado y la sociedad. Hoy sólo son maquinarias electoreras que controlan el oligopolio del acceso al poder público. Urge replantear el sistema electoral. Hay que oxigenar el ingreso y asfixiar el gasto. Es insostenible que sea difícil inscribir nuevos partidos y que sea tan fácil que los delincuentes financien a futuros gobernantes. No podemos evitar que los colectivos decaigan, pero sí lograr que sean reemplazados por otras fuerzas democráticas. La otra alternativa es suicida. Editorial de El Panamá América, 3 de marzo de 2008.